miércoles, octubre 07, 2009

CON TU QUERIDA PRESENCIA ...

Este mes de octubre se cumplen 42 años del asesinato del comandante Ernesto Che Guevara, en la quebrada del Yuro, Bolivia.La cobarde ejecución tiene nombre y apellido, el suboficial Mario Terán que tuvo que alcoholizarse para tomar coraje y cumplir la orden dictada por la CIA a través del régimen militar de la época.
Este hombre fue operado, hace algunos años, por oftalmólogos cubanos y recuperó la visión. La vida tiene esas cosas.
En Cuba el concepto que se tiene sobre la figura del Che no puede ser mejor. Las viejas y nuevas generaciones lo definen como un hombre que luchó contra la explotación, las diferencias de clase, la miseria, la injusticia social y el hambre.
Guevara estuvo casado con la peruana Hilda Gadea con quien tuvo una hija, Hildita, fallecida años atrás en La Habana.
Al poco tiempo del triunfo de la Revolución se divorcia y vuelve a casarse con Aleida March, su secretaria privada durante la guerra revolucionaria. Con ella tuvo cuatro hijos: Aleidita, médico pediatra; Celia, veterinaria; Camilo y Ernestico, abogados. Mientras, en la ciudad de Buenos Aires, viven sus tres hermanos: Roberto, abogado; Celia, arquitecta, y Juan Martín, el menor de los Guevara.
En Cuba, como todos los años, al Che se le rinde homenaje en los centros de trabajo, las fábricas, escuelas e instituciones oficiales.
Alberto Granado, el compañero de viaje que Guevara hizo por América Latina en motocicleta, vive en Cuba desde el año 1961. Nacido en la provincia de Córdoba y de profesión bioquímico, Alberto siempre recuerda a su gran amigo con nostalgia y mucho afecto. Siempre le recomienda a los jóvenes que ¨sean como el Che, que se destaquen en el estudio y el trabajo. Todos podemos ser el Che¨, dijo Granado en varias ocasiones.
También, pero en Buenos Aires, vive otro amigo de Guevara, Carlos ¨Calica¨ Ferrer. Se conocieron a los cuatro años en la localidad cordobesa de Alta Gracia, donde residía la familia Guevara por los problemas de salud que padecía el Che. El padre de Calica era el médico personal de los Guevara.
Cuando el Che decide hacer en el año 1953 su segundo viaje por América, lo invita a Calica a que lo acompañe. Partieron desde la terminal de Retiro. Cuando el tren arranca, Guevara se asoma por una de las ventanillas y se despide de los familiares y amigos que habían ido a despedirlo con una frase premonitoria: ¨Aqui va un soldado de América¨.
Muchos lo tildaron de aventurero, soñador, utópico e improvisado. Sin embargo, el Che entró por la puerta grande de la historia. Su figura y prestigio continúan creciendo en todo el mundo.
Como Bolívar y Martí, el Che se ha ganado un lugar destacado en la América Latina que ha comenzado a despertar. (Agencia Walsh)

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